¿Cómo acabó un chico de la pequeña Hamar (Noruega) siendo chef de los Denver Broncos (y de un montón de luchadores y músicos famosos por el camino)? Es una historia fascinante que también le llevó a Painted Prairie. "Un poco alejado de la vida de la ciudad y a un corto trayecto en avión". Eso es lo que buscaba Fredrik Aarnes cuando se instaló aquí con su mujer. Este chef de fama mundial, servidor público, defensor de la concienciación sobre el cáncer y la salud mental, y empresario, vive según el mantra: "Difunde amor allá donde vayas".

Y "ir" fue y sigue siendo. Fred, que descubrió su pasión por las artes culinarias como friegaplatos, fue ascendiendo en la cocina perfeccionando sus habilidades y aprendiendo los entresijos de varias cocinas. Aprovechó todas las oportunidades y ha recorrido el mundo haciendo un poco de todo: chef privado de músicos, chef de espectáculos de luchadores de la UFC, chef de operaciones de las fuerzas especiales de las Naciones Unidas, operador hotelero en Oslo y empresario de una empresa de salsas... la lista es interminable. Ahora es el chef residente en el estadio Mile High de los Broncos de Denver (y formará parte de las futuras instalaciones de los Broncos, que costarán 145 millones de dólares). "Tengo la suerte de formar parte de una gran familia y un equipo que se divierte cada día, pero que también trabaja para crear grandeza y magia juntos", dijo Fred. "Estoy deseando que llegue la transición a las nuevas instalaciones y los retos y oportunidades que traerá".

Acosado desde pequeño, Fred se hizo más fuerte y se esfuerza por mostrar su amor a todos los que entran en su vida. Su amor es recíproco en casa. "Me encantan los buenos vecinos, el espíritu amable y los puntos de karma de Painted Prairie", afirma Fred.

Cuando no está trabajando, Fred está con su mujer (que es la especia de su azúcar), cuidando de sus dos nietos, haciendo sus famosos gofres noruegos en forma de corazón o recargándose de energía en una sauna o en un baño frío en algún lugar del mundo.